Noticia original de la Agencia EFE.-
El partido amistoso que disputan hoy las selecciones de Estados Unidos y Brasil ha sido definido por muchos como un partido de altos contrastes pues el técnico Mano Menezes debutará en el banquillo de Brasil mientras que Bob Bradley diría adiós a su puesto como seleccionador de los Estados Unidos ante un inminente pase al Astos Villa de la Liga Premiere de Inglaterra.
El entrenador estadounidense, que llevó al equipo norteamericano a la segunda ronda de la Copa Mundial donde fue eliminado en tiempo extra ante Ghana, ha estado en negociaciones con personeros de la Federación sin llegar a algún acuerdo de momento.
“Creo que se plantearon algunos puntos generales y se acordó que ya que este partido se realizaría tan pronto era lógico partir de esos puntos”, señaló Bradley. “Ambas partes podrían pensar un poco acerca de lo que se puso sobre la mesa y podríamos retomar las conversaciones tras el partido”.
En cuanto a los rumores sobre su posible llegada al fútbol inglés para dirigir a equipos como el Aston Villa, que se quedó sin entrenador tras la renuncia sorpresa de Martin O’Neill, Bradley se limitó a decir que “Europa siempre es una opción que está presente y a la vez un reto”.
El mismo que tiene Menezes al hacerse cargo de la selección de Brasil tras la salida de Dunga después de la eliminación en cuartos de final del pasado Mundial de Sudáfrica.
Pero en el caso de Menezes el objetivo también lo tiene muy claro y no es otro que el de construir un nuevo proyecto que permita a Brasil volver a ser campeón del mundo cuando se dispute en su país la edición del 2014.
“Es muy importante que comencemos la nueva etapa con un buen resultado y dando un gran espectáculo futbolístico y deportivo“, señaló Menezes, que sólo ha llamado a cuatro jugadores que estuvieron en el pasado Mundial de Sudáfrica. “Brasil siempre tiene la expectativa de ganar y para eso estamos aquí”.
Además Menezes dijo que había que trabajar con realidades y la primera tendría que ser un buen resultado frente a un equipo serio y competitivo como el de Estados Unidos.
Menenez adelantó su posición de comenzar una nueva etapa de entendimiento y buena relación entre todo el mundo que rodea a la selección de Brasil.
“Todos debemos participar en relajar las relaciones entre los medios de comunicación, el equipo y los aficionados, que la mayoría de las veces ha sido tensa”, admitió Menezes.
Menezes reconoció que irse de Estados Unidos con un triunfo y una buena imagen del fútbol de Brasil sería la mejor aportación que se le podría hacer al nuevo proyecto, que inicia el camino rumbo a la Copa del Mundo del 2014.