Brasil comenzó el Mundial 2014 con una victoria. El equipo de Felipe Scolari tuvo que sufrir para finalmente llevarse los tres puntos que lo ubican en la cima del grupo A y le dan la tranquilidad a sus dirigidos y el público brasileño.

Todo estaba pronto. La ceremonia inaugural había pasado y el mundo entero esperaba por el comienzo del fútbol: Brasil comenzaba su ilusión mundialista ante la Selección de Croacia.

El encuentro comenzó parejo con Brasil siempre buscando tomar la ventaja rápidamente, pero a pesar de que el Scratch tenía la posesión del balón, los croatas cerraban bien los espacios y llegaban al arco de Julio César de contragolpe.

La pesadilla llegó pasados los diez minutos: Olic recibió la pelota desde los pies de Modric, y envió un centro casi rastrero desde la izquierda que luego el delantero Jelavic no pudo conectar, pero Marcelo se llevó el balón por delante y anotó en propia meta. Nadie lo esperaba, y mucho menos le público norteño, que se enmudeció de inmediato.

Posteriormente a eso llegaron los mejores momentos de Brasil. Con una muy buena actuación de Oscar, figura del partido, y destellos individuales de Neymar, la verdeamarelha generó varias chances de gol y luego de remates desviados y grandes intervenciones del arquero Pletikosa, llegó el empate en el minuto 29 cuando el extremo del Barcelona se sacó dos hombres de encima y envió un zurdazo cruzado que dio en el palo izquierdo del arquero y entró en el arco croata.

Luego de la igualdad los de Scolari pudieron pasar a ganar en algunas ocasiones pero finalmente no las concretaron, y se fue en primer tiempo.

En la segunda mitad el ritmo bajó un poco, los locales seguían teniendo el balón aunque ya no con tanta profundidad, ante un equipo de Croacia que seguía muy ordenado y con el transcurso del partido se fue sintiendo más cómodo. En el minuto 71, cuando las ansias ya dominaban a fanáticos y jugadores brasileños, llegó la jugada más polémica del partido: Oscar envió el balón para Fred, que luego de no poder dominarlo se dejó caer aparatosamente en el área; el japonés Nishimura no dudó en señalar el punto del penal y darle una chance inmejorable al anfitrión de tomar la delantera. El encargado fue Neymar, que puso el 2 a 1 con un remate al palo derecho que el arquero no pudo desviar a pesar de alcanzar a tocar el balón.

A partir de ahí el partido se hacía cuesta abajo para el equipo locatario. Croacia generó alguna chance aislada pero era todo de Brasil. El árbitro, que hasta la incidencia del penal había tenido un buen encuentro, se mostró más nervioso y comenzó a tener algunas equivocaciones más, anulando un gol polémico a los croatas por una supuesta falta sobre Julio César.

A los 88 minutos se retiró quien había anotado los dos goles del Scratch, ovacionado por todo el público del Arena Corinthians.

Ya en el primer minuto de descuento llegó el tercer gol de la mano de Oscar, que colocó la Brazuka en el palo izquierdo de Pletikosa con la punta del botín derecho. El partido quedó sentenciado y la fiesta en Sao Paulo terminó siendo completa para los aficionados, a los que poco les importó la incidencia del arbitraje.