El partido comenzó parejo, donde Uruguay estaba algo impreciso pero Costa Rica tampoco lo inquietaba en el fondo. Tras una pelota quieta, un tiro libre venenoso que pone Forlán en el área, le terminan cometiendo penal a Diego Lugano. Penal que Cavani, el delantero del PSG, transformó en gol. Se tomó revancha de la jugada que había tenido minutos antes en lo que fue la más clara del primer tiempo.

Sin mucho más que destacar, con una entreverada primera parte, ticos y celestes se iban al descanso con un resultado que no sorprendía, pero dejaba la sensación de que Uruguay estaba rindiendo bastante por debajo de lo esperado.

Tres minutos fueron los necesarios para que Costa Rica de vuelta el partido en la segunda parte. En el minuto 54, Cambell transforma un gran pase en un gran gol con un potente remate, y tan sólo tres minutos más tarde, llegó el segundo de cabeza. Uruguay, que no venía jugando bien, errando muchos pases, entró en un saco de nervios que le jugó en contra. Siguió jugando muy mal, no tenía la pelota y cuando lo hacía la perdía. Muy impreciso en los pases y yendo para adelante sin ideas, fue como de contragolpe, en una pelota que parecía se iba afuera, viene el centro para Ureña que transforma en gol. Sentencia y knock out para un Uruguay del que todos esperaban más.

Con este resultado, aumentó la tensión de los jugadores Charrúas, lo que llevó a Maxi Pereira al hacer una brutal entrada y ganarse la tarjeta roja, bien sancionada.

Uruguay, que repitió casi el mismo equipo que en la mayor parte de Sudáfrica 2010, lejos estuvo de aquel Uruguay. Muy impreciso en los pases, dormido en la marca, ante una selección costarricense que hizo muy buen pressing y no dejó pensar a los uruguayos. 

El resultado fue de 3 a 1, quizás no hubo dos goles de diferencia entre un equipo y otro, pero lo cierto es, que Costa Rica tuvo otras chances claras de gol que no supo aprovechar. Como un buen remate de afuera del área de Cambell, cuando ya iban 2 a 1.

No le queda otra que remarla de atrás a Uruguay en el grupo mientras los Ticos, esperan arriba