El carácter bullicioso de los brasileros permite catalogarlos como uno de los pueblos más alegres del mundo. Es así que tienen costumbres festivas vinculadas con el baile, la música, el ritmo, la religión y el deporte, y se dan en todas las ciudades.

Algunas manifestaciones histórico-religiosos son: la Folia de Reis (fiesta de reyes), la Fiesta de Nova Trento y la Fiesta del Santuario de Azambuja (en Santa Catarina) y las Cavalhadas (torneos a caballo).

Otras fiestas llegaron al país por influencia portuguesa y africana y se incorporaron al cotidiano brasilero, expresando la alegría y creatividad de su pueblo, como el Carnaval y las Congadas (danzas de origen afro).

Río de Janeiro es la ciudad donde más se concentran las fiestas y tradiciones. Allí se puede visitar festividades como la de San Sebastián, celebraciones en honor al patrón de Río de Janeiro.